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Coñetes

IGNACIO ARAVENA Investigador Fundación Piensa, Ph.D. (c) LSE y Ms. NYU

Por: IGNACIO ARAVENA | Publicado: Miércoles 22 de mayo de 2024 a las 04:00 hrs.
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IGNACIO ARAVENA

Una vez más, el papel de la banca en la reactivación del sector inmobiliario está en tela de juicio. Recientemente, el Presidente Boric instó a los bancos a no ser “coñetes para sacar adelante proyectos”, haciendo eco de llamados previos de los ministros de Vivienda y Obras Públicas. Esto revela una vez más la desconexión del Gobierno con los fundamentos de cómo opera el mercado: el comportamiento de los bancos, lejos de ser reticente e ideológico, simplemente refleja el rendimiento del país.

A menudo se critica injustamente a las instituciones financieras por su rol en el acceso a créditos hipotecarios y de construcción. En palabras del Presidente, “los bancos siguen sin prestar plata o poniendo dificultades para los créditos”, lo cual cita como injustificado por las bajas de tasas del Banco Central. Dada la laxitud de las palabras del Mandatario, diversos economistas han destacado su imprudencia y la falta de comprensión técnica en la materia.

“El sector inmobiliario da cuenta de compañías quebrando, ventas bajas y alto stock de inventario. Los bancos, lejos de ser ideológicos, están siendo responsables”.

Es esencial recordar que el financiamiento, además de estar regulado, se evalúa por su riesgo según criterios objetivos y cada vez más estrictos. Por ejemplo, los bancos deben provisionar su deuda y mantener capital suficiente en proporción a sus colocaciones para tener un “colchón” contra posibles pérdidas, además de invertir con responsabilidad los depósitos de sus ahorrantes. Ello cobra sentido si miramos en retrospectiva cómo la laxitud crediticia llevó al no pago de créditos hipotecarios y la consecuente burbuja subprime.

¿Quién querría invertir en una economía estancada y un sector altamente procíclico, donde la probabilidad de morosidad es mayor que antes? 

Tenemos una economía desacelerada, alto desempleo y bajo crecimiento, mientras que el sector inmobiliario da cuenta de compañías quebrando, ventas bajas y alto stock de inventario. Los bancos, lejos de ser ideológicos, están actuando con responsabilidad. Desde una perspectiva de riesgo no parece responsable que aumenten súbitamente su participación de mercado. Porque discutir el aumento de financiamiento equivale a preguntar quién pagará la cuenta.

Es relevante destacar que las viviendas sociales -que pueden ser contra cíclicas- tampoco están siendo una alternativa viable, incluso cuando las familias cuentan con subsidios como el DS-49, que tiene una cobertura casi total del precio. Ello se explica porque la eliminación del Crédito Especial a las Empresas Constructoras (CEEC) impone costos extra a las alzas generales del sector, mermando aún más la rentabilidad de construir viviendas sociales.

Los fundamentos sugieren que una vez más el Gobierno apunta en la dirección equivocada, pues el problema no son los bancos “coñetes”. A ellos no les corresponde velar por el desarrollo económico ni impulsar medidas procrecimiento, sino ser responsables en uno de los ciclos crediticios más contractivos en décadas.

¿No sería más prudente que el Presidente deje de apuntar con el dedo y en cambio gestione medidas para acelerar la economía y fomentar la construcción?

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